El Viaje de las Palabras es una investigación etnográfica donde de manera breve se abordan temas relevantes sobre patrimonio cultural intangible, oralidad, memoria colectiva, para dar contexto de las formas organizativas de las culturas originarias, en tanto la transmisión de sus saberes por medio de la palabra.
El texto contiene además un capítulo sobre la cultura Wixárika, donde se aborda parte de su cosmovisión, sitios sagrados, manifestaciones culturales y religiosas, para entender cómo la naturaleza, su relación con ella y los ciclos agrarios en la comunidad constituyen parte de su identidad cultural. Finalmente aborda el tema de la inclusión de escuelas a la sierra Wixárika, educación intercultural y otros términos que ayudan a entender el panorama de la educación oficial en la sierra y su forma de insertarse en ella.
Esta investigación está acompañada de un trabajo sonoro que integra parte de las entrevistas realizadas en la investigación a manera de documental sonoro o radiorreportaje y contenido en dos capítulos. El proyecto se realizó en tres comunidades de la Sierra Wixárika: San Miguel Huaixtita, Nueva Colonia y San Andrés Cohamiata, pertenecientes al Municipio de Mezquitic, en Jalisco, México.
Agradecemos de manera especial a David García Sandoval por la fotografía cedida que acompaña a este trabajo.
Capítulo 2: Agustín Salvador, Maestro de la materia de cultura en secundaria intercultural Tatutsi maxakwaxi- San Miguel Huaixtita, Carlos Salvador, Director de la secundaria intercultural Tatuutsi Maxakwaxi- San Miguel Huaixtita, Antonio González, ex maestro primaria en San Miguel Huaixtita, José Bautista, Mayordomo- en traducción de Genaro Salvador, Andrés Carrillo, Maraakame, Claudia Morales, Directora en preparatoria intercultural en San Andrés Cohamiata, Trinidad Meza, Consejo de vigilancia en San Andrés Cohamiata, Rosalio Rivera, fundador de centro ecoturistico Tateikie, Miguel Carrillo, Jicarero, Tunulima López- Maestra en albergue escolar indigena Nueva Colonia, Dr. Julio Xitákame Ramírez de la Cruz, Profesor investigador del Departamento de lenguas indígenas, Universidad de Guadalajara, Dr. Jorge Eduardo Aceves- Investigador CIESAS Occidente, Lucina Jiménez, Gilberto Giménez y Néstor García Canclini, Antropólogos, Silvya Schmelkes, Asesora del Instituto Nacional para la evaluación educativa, Javier López Sánchez, Director del instituto nacional de lenguas indígenas, José Francisco Lara Torres, director de diseño y apoyo a innovaciones educativas- Coordinación general de educación intercultural y bilingüe.
Más que un vocablo la palabra y, en específico la tradición oral, representa la posibilidad de transmitir saberes, conocimientos y todo lo que engloba nuestro mundo. El reconocimiento de esos saberes (y en el caso particular de las culturas originarias, que es donde se engloba tal proyecto), está implícitamente relacionado con divulgar ese conocimiento, pues la principal causa de la poca valoración de nuestras culturas originarias pareciera justo ese desconocimiento. En la medida que se difunde este mensaje es posible permitirles a otros adentrarse a este mundo, donde las palabras representan algo más que vocablos. Representan la visión de un mundo, la búsqueda por caminarlo, la razón por la que somos y en el mejor de los casos, la concepción de aquello por lo cual hemos venido a él. De ahí nació este camino. Centré el proyecto en este grupo étnico en principio por ser el más cercano, geográficamente hablando, y en segundo, por mi interés hacia una cultura donde la palabra contiene muchos significados relacionados con el hombre y su función con la naturaleza, como es el caso de esta cultura.
Si bien la educación oficial actualmente conforma una nueva estrategia para el desarrollo del pueblo Wixárika, se hace menester preguntar qué de este progreso ha venido fortaleciendo la cultura y qué acciones al interior de la escuela la han venido debilitando. Pues aunque las culturas son cambiantes, y justo este dinamismo es lo que las mantiene vivas, es importante que estos cambios surjan de propuestas al interior de las comunidades y no por meros programas educativos que dejan de lado las formas organizativas de los pueblos originarios.
La escuela pues ha venido a traer nuevas oportunidades, pero también nuevos retos para el fortalecimiento de una cultura, que aunque dinámica, debe encontrar disminuir la brecha entre aquello que se aprende en las aulas -un conocimiento occidental que es importante conocer para defenderse de otras culturas- y el conocimiento ancestral que se revivifica en cada ritual, y que durante miles de años ha venido configurando la cultura Wixárika.
Este trabajo es una búsqueda por mostrar las necesidades culturales tanto de los abuelos, mara ́akates y padres de familia relacionadas con la preservación de su cultura ancestral, a la par de aquellas que surgen de los jóvenes y maestros – nuevas generaciones- que tienen nuevas ventanas por donde mirar al mundo y caminarlo. Tenemos como premisa que este pueblo tiene el derecho de elegir quiénes quieren ser y a dónde desean caminar, a través de aquello que les signifique algo, les identifique y les permita desarrollarse según sus propias inquietudes.